miércoles, 13 de junio de 2012

Resistencia y cambio





¿No se deberán las conversiones a la imposibilidad de soportar por más tiempo la lucidez?
E Cioran




La mayor resistencia es la resistencia a uno mismo, la perseverancia; después esta la resistencia a los demás. Resistir es en primer lugar sostener una posición propia, así dicha persistencia pueda parecer un esfuerzo pueril de los artistas que ven restringida o parcializada su práctica por un agente externo. Según nos sugieren algunos autores1 toda la historia del arte académico del siglo XIX es una estrategia de colonización, mientras los artistas vanguardistas son aquellos que adoptan estrategias de resistencia, según esto podemos entender la mayoría del arte del siglo XX como un arte de resistencia2.

Las denominadas vanguardias artísticas del siglo XX tienen una vida corta, en su mayoría3, son movimientos instantáneos que buscan reaccionar contra una forma estática de ver el arte y la vida. Incluso es interesante entender como algunas vanguardias que, en principio, podemos entender como opuestas o con ideologías contrarias, se acercan en momentos inconexos, como una comunidad al fin y al cabo. Esta idea de comunidad se empieza a afianzar a partir del supuesto individualismo, con el que ahora se tiende a ver la historia del arte, recordando grandes nombres, iniciadores e innovadores, mientras la idea de comunidad desaparece. Es así como el término vanguardia4, viene de una jerga militar, y propone también una asociación con una serie de jerarquías y denominaciones, incluso rangos y códigos de pertenencia a cada uno de los grupos o escuadrones. Es así como estos movimientos de resistencia primero se conforman como grupos intransigentes frente a una forma establecida de cultura y al final terminan establecidos en su propia formulación, pero de una manera distinta, resistiendo desde lo establecido, resistiéndose a desaparecer por el devenir de nuevas formas de ver lo que ya esta definido. El problema central es el de la definición, ¿qué definimos como arte? Y según esto ¿qué podría entenderse como arte de resistencia? Mientras el arte intenta definirse a sí mismo se presenta como un método de acceso al conocimiento, pero cuando logra definirse, bien sea a través de la academia, del comercio, de la política, etc. se convierte en una definición restringida a la cual vale la pena resistirse5.

Podríamos pensar lo anterior, también como una interdependencia, entre las ideologías o movimientos, que aquí tomamos como resistentes y las situaciones que abren paso a estrategias de resignificación y re-definición de aquellos. No se trata de un simple ciclo de reemplazos: mientras un movimiento es sustituido por otro, que a su vez será seguido por otro… sino de interdependencia simultanea, como a partir de la mitad del siglo XX, se empieza a tomar el término “contracultura” como el producto de una serie de grupos que producen y se desarrollan de forma aislada, mientras se les asocia con lo underground, cuando realmente estos grupos dependen para su existencia de dicha cultura establecida a la que pretenden resistirse, y como se ha evidenciado, al final son absorbidos y empiezan a denominarse “subculturas” que se convierten finalmente en modas pasajeras, subalternas al sistema cultural predominante.

La idea de resistir, es la idea de mantener una posición móvil, sin permitirse ser absorbido por el sistema preestablecido. Un ejemplo es Richard Serra, quien en la década de los 70s se sostuvo en su posición de innovador con lo que se dio en llamar “minimalismo”, mientras unos años más tarde, cuando el minimalismo, se convirtió en un fenómeno comercial importante, Serra se contradijo y tomo una posición contraria a su primer período, y podríamos asumir retomo su resistencia frente al modelo y se convirtió al “neoapropiacionismo”, incluso a costa de la propia coherencia conceptual de su obra retrospectiva.

Esa es una verdadera forma de resistir, no se resiste en conceptos, ni en la toma de partidos, de derecha o izquierda; tampoco se resiste utilizando estrategias innovadoras o asociadas con la insurgencia o el anarquismo, sino en actitudes: se resiste finalmente cuando no se pierde de vista la utopía, se resiste en el cambio.

A pesar del entusiasmo, todavía vale la pena preguntarse ¿Cómo funciona dicha resistencia? En nuestra posición y según lo anterior, esa resistencia no puede ser aislada, de un individuo frente a una maquinaria gigantesca (industrias del entretenimiento, culturales y medios masivos de comunicación); tampoco puede ser una resistencia de grupos que buscan acceder al poder desde intereses particulares o de minorías, siguiendo una estrategia de manipulación propagandística como es común en política, o al menos en la historia política de nuestra república; la idea que sostiene la vitalidad de una idea como resistencia, es la resistencia desde el grupo como mayoría, como comunidad abierta al cambio y al continuo reconocimiento de su propia tradición. En palabras de Zuleta “cuando cada uno vive su miseria en su propio rincón, sin colaboración, sin una empresa y un trabajo comunes, entonces pierde la posibilidad de crear cultura. Ahora la recibe por medio del transistor, de la televisión o de cualquier otro medio, pero como consumidor no como creador (…) es necesario que el pueblo vuelva a crear cultura, porque no es suficiente que la reciba. Tenemos que plantearnos metas altas y una meta muy importante es la de un pueblo creador”6

Algunas estrategias resultan más puntuales que otras, hemos definido una estrategia de resistencia: el cambio incesante; pero para que esta movilidad (ya no movimiento) sea sostenible, debe ser una utopía, una idea compartida y abierta, que opere a través de estrategias de inclusión, de propuestas interactivas que pretendan que el otro se vincule y tenga la posibilidad de participación, entendiendo esta posibilidad, sobre todo, como una serie de condiciones efectivas para la reflexión cultural y social, no como una libertad o un fin en sí mismo.
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GRADOWSKA, Anna, El academicismo, Revisión de criterios (texto de catálogo). Caracas, Museo Bellas Artes, Exposición 13 septiembre a 24 de enero 1988. / ADES Dawn, Art in latin América, London, Yale University Press, 1989. Cap. 2 Academies and History Painting.
2 BÜRGER, Peter, Teoría de la vanguardia, Buenos Aires, Ediciones Península, 1987.
3 La más larga es el surrealismo, que siendo muy generoso en las cuentas, de Breton a Matta cuenta medio siglo aproximadamente, no obstante el promedio de vida de otros movimientos artisticos del XX es mucho más corto.
4 CALINESCU, Matei. Cinco caras de la modernidad, Madrid, Ed. Tecnos, 1991. 
5 CAMNITZER Luis, La definicion restringida de arte, En: Antologia de textos críticos 1979-2006, ArtNexus / Arte en Colombia, editores María Clara Bernal y Felipe Gonzalez, Universidad de los Andes, 2006. Pág. 74-84
6 ZULETA, Estanislao, Colombia: Violencia, democracia y derechos humanos. Editorial Altamir, Cali, Colombia, 1992. Pág. 39